En el principio de los saberes la alquimia interactuaba con la espiritualidad y esto es el contacto no palpable de lo que existe en nuestro interior y Acompaña a nuestra alma y la misma logra vincularse con la fuerza Suprema del gran maestro creador de este plano de existencia. Al hablar de espiritualidad debemos entender que es la conexión de nuestro corazón con nuestro cuerpo y nuestra mente encadenado en un vínculo estrecho con todos los puntos energéticos de nuestro ser y así misma Unidos en el acto espiritual que permite un equilibrio pleno de nuestro ser y una vez que se encuentra en el punto central se llega a una comprensión de la creación y de la naturaleza como materia primera para todo acto de transmutación alquímica.
Para entender la alquimia es necesario remontarse al pasado remoto y lejano cuando nuestros primeros padres fueron creados y puestos en el huerto del Edén, ellos recibieron conocimientos supremos mediante Los Ángeles llamados vigilantes Santos y vivían en torno a un Laura de conocimiento y paz que les permitía mantener conversaciones directas con el creador. En aquel entonces el hombre recién creado a imagen y semejanza del Señor Eterno, reflejado en toda sabiduría y entendimiento en su propio ser tales eran las capacidades de estos antiguos humanos que poseían 4 metros de altura y una capacidad intelectual muy superior a las nuestras pudiendo retener en su memoria los detalles de todo lo que oían o veían como si se tratase de un libro escrito. Estos primeros humanos cuando transgredieron las leyes del creador fueron expulsados del Edén y se multiplicaron y vivieron 900 años cultivando y desarrollando todo proceso técnico, físico y espiritual, todo este arte se lo denominaba alquimia primigenia donde la comprensión de la naturaleza permitía que un ser biológico se petrificara o transmutara en otro y asimismo se llegó al estudio y manipulación de la genética en tiempos anteriores al diluvio y se crearon diversos tipos de bestias mediante amalgama y la tierra se corrompio pues el hombre se creía Dios.